Una niña de 8 años llama a la puerta de un burdel…
La señora la abre, mira hacia abajo y ve al niño.
“¿Qué deseas?”
El niño dice: “¡Quiero echar un polvo!”
La señora dice: “Sí, vuelve dentro de diez años”.
“Pero quiero echar un polvo”.
La señora se inclina y dice:
“Niño, sal de aquí y vuelve dentro de diez años. Te diré una cosa, busca un árbol con un agujero y practica”.
Diez años después, el chico vuelve a llamar a la puerta.
La señora lo reconoce al instante:
“¡Niño! ¡Estás de vuelta!”
El niño dice:
“Dijiste que esperara diez años, y así lo hice”.
¿Practicaste en el árbol como te dije?
“¡Sí señora, lo hice!”
La señora queda tan impresionada que lo acompaña escaleras arriba con la mejor dama de la casa.
Mientras la señora se desnuda, el niño se acerca al armario, toma una escoba y comienza a golpear a la prostituta.
La señora grita: “¿Qué estás haciendo, niño?”
“Buscando ardillas”.