El granero de Larry se quemó y su mujer, Susan, llamó a la compañía de seguros.
Susan habló con el agente de seguros y le dijo,
“Teníamos ese granero asegurado por cincuenta mil, y quiero mi dinero”.
El agente respondió: “Un momento.
Los seguros no funcionan así. Un perito independiente tasará el valor de lo que estaba asegurado,
y luego le proporcionaremos un granero nuevo de valor similar”.
Hubo una larga pausa y Susan contestó,
“Si es así como funciona, entonces quiero cancelar el seguro de vida de mi marido”.