El marido llega al portal de su casa totalmente
borracho y empieza a gritar:
-Mariiiiia, Mariiiia!
La mujer se asoma a la ventana y dice:
-Ya vienes otro día borracho y quieres
que te eche la llave.
-No, no, si hoy la llave la tengo, mejor tírame
la cerradura, que no
la encuentro.