Trae dinero al más allá

Mientras el Sr. Smith estaba en su lecho de muerte, intentó formular un plan que le permitiera llevar consigo al menos parte de su considerable riqueza.

Llamó a los tres hombres en los que más confiaba: su abogado, su médico y su clérigo.

El Sr. Smith les dijo: “Les daré a cada uno $30,000 en efectivo antes de morir.

En mi funeral, quiero que cada uno de ustedes coloque el dinero en mi ataúd para intentar llevárselo”.

Los tres acordaron hacer esto y se les dio el dinero.

En el funeral, cada uno se acercó al ataúd por turno y colocó un sobre dentro.

Mientras regresaba del cementerio en la limusina, el clérigo dijo: “Tengo que confesarles algo, amigos.

El hermano Smith fue un buen clérigo toda su vida y sé que él hubiera querido que yo hiciera esto.

La iglesia necesitaba con urgencia un nuevo baptisterio, y tomé $10,000 del mes que me dio y compré uno. Sólo puse 20.000 dólares en el ataúd”.

Entonces el médico dijo: “Bueno, ya que estamos confiando el uno en el otro, también podría decirle que tampoco puse los $ 30,000 completos en el ataúd.

Smith tenía una enfermedad que podría haber sido diagnosticada antes si yo hubiera tenido esta máquina tan nueva, pero la máquina costaba 20.000 dólares y no podía pagarla en ese momento.

Utilicé 20.000 dólares del dinero que me dio para comprar la máquina y así poder salvar a otro paciente. Sé que Smith hubiera querido que yo hiciera eso”.

El abogado luego dijo: “Me avergüenzo de ustedes dos. Cuando puse mi sobre en ese ataúd, contenía mi cheque personal por la cantidad total de 30.000 dólares”.