María le dice a su amiga:
Ya no se qué hacer; ningún hombre se quiere acostar conmigo porque “El; Peluche”
me huele a cebolla.
Y su amiga le dice:
No te preocupes María, que yo tengo un amigo que no tiene olfato y no tendrás
problemas con él.
Entonces se lo presenta y cuando ya estaban calienticos para meterse en la cama el
hombre le dice:
Y tú por qué tienes “El; Peluche” con olor a cebolla?
¿Pero por qué dices eso si tu no tienes olfato…?
No tendré olfato, pero no veas lo que me lloran los ojos.