Una vieja está en la puerta

Una vieja está en la puerta

Una vieja está en la puerta de una casa queriendo tocar un timbre, pero ella no lo

puede tocar porque no lo alcanza, de repente llega un señor y muy amablemente se

ofrece:

Señora, buenos días, ¿En qué puedo ayudarle?

Por favor joven, ¿puedes ayudarme a tocar el timbre?

Señora, con mucho gusto, le respondió.Ya está señora, y ¿Ahora qué?


La señora le responde:

¡A correr!