Aun no había comenzado la misa. Algunos conversaban bajito,
otros rezaban. De repente se aparece el Diablo frente a la
congregación.
Todos salen disparados en estado de pánico. Todos…
menos un viejecito que ni se movió. El Diablo le clavo
una mirada fulminante y le dijo:
Y tu? ¿No me tienes miedo?
¡Que va! ¡Estuve casado con tu
hermana cuarenta años!